La chinche verde se presenta como el terror de cultivos en todo el mundo. En este sentido, diferentes estudios agrónomos han logrado determinar que los compuestos de su saliva son un arma letal para estos terrenos. Y es precisamente este elemento el que más daño produce a las semillas en desarrollo. No obstante, las consecuencias de este ataque pueden ser útiles para desarrollar nuevas tecnologías que ayuden a fortalecer las defensas de las plantas.
¿Quieres saber más sobre el arma estrella de la chinche verde? En las siguientes líneas, ofrecemos algunas claves sobre cómo ataca su saliva y forma de alimentación, así como de qué forma podemos utilizarlas en nuestro favor. ¡Presta atención!
Una sofisticada maquinaria de alimentación
La chinche verde es una plaga polífaga que afecta fundamentalmente a los cultivos extensivos y hortícolas. En soja, por ejemplo, se calcula que este insecto provoca pérdidas de hasta 5% en los rendimientos anuales. Y lo hace porque tiene una extraordinaria facilidad a la hora de digerir y absorber los nutrientes presentes en el tejido vegetal y las semillas.
Por otro lado, si bien es cierto que este insecto se vale de su estilete para picar los granos, a medida que va succionando también inyecta saliva, que es la que realmente daña los tejidos vegetales. No obstante, ¿sabías que la planta se defiende de su ataque?
Saliva: arma para la chinche y… ¿aliada para los cultivos?
La saliva de la chinche verde contiene enzimas pectinolíticas que ablandan la pared celular vegetal para poder ingerir el alimento con facilidad. Como resultado de la inyección de esta saliva enormemente tóxica se pueden producir necrosis locales y pudriciones. Sin embargo, este ataque es detectado por las propias semillas y es en este momento cuando la planta activa sus compuestos de defensa.
De hecho, el mecanismo de defensa que utilizan las plantas puede ser la clave para no depender únicamente de insecticidas a la hora de mantener a raya una plaga de chinches. Y es que entendiendo qué compuestos utilizan las semillas para aumentar sus defensas frente a un ataque, podremos dar con soluciones que, en el futuro, puedan aplicarse para que la chinche, sencillamente, no quiera comérselas.
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