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INSECTOS. MAGIAS, MITOS Y LEYENDAS

por | Mar 22, 2021 | Noticias

Los insectos siempre han tenido una gran influencia sobre la mente humana. Existen desde un tiempo muy anterior a la aparición del hombre y ya en la prehistoria tenemos datos que confirman su poder sobre la psiquis sobre el género Homo.

Ya en el paleolítico superior (15.000 – 13.000 años a. C.) encontramos colgantes realizados el lignito, hueso o marfil que representan escarabajos. Su aspecto sugiere que eran amuleto, quizá con alguna relación de tipo chamánico.

Los insectos son animales invertebrados del filum Artropoda que se caracterizan por poseer dos pares de antenas, tres de patas y dos de alas (aunque pueden estar reducida en algunos grupos y especies o sexo). Su cuerpo se divide en tres regiones principales o tagma: cabeza, tórax y abdomen.

Su nombre procede del latín insectum (=divididos), (de insectar=dividir.

Los insectos desde el principio tienen importancia para la humanidad, pues son causa directa de molestia o enfermedad y también de efecto negativo indirecto como plagas agrícolas, destrucción de alimentos, etc.

Por otra parte, causan efectos favorables como la polinización de frutos, producción de alimentos etc.; o la calidad de vida (p. ej., producción de sedas naturales, colorantes etc.)

En mucha cueva del mundo podemos encontrar dibujos de insectos que sugiere un contexto mágico-religioso como ritos propiciatorios en época prehistórica.

Ya en la época histórica abundan las pruebas en la cultura y el pensamiento de toda la cultura conocidas de estas pequeñas criaturas.

Los documentos más antiguos proceden de China, donde la seda ya se conocía, al menos 3.700 años a. C., y se dictaron leyes sobre las plagas de langostas en el año 1182 a. C. En el siglo III a. C. una publicación denominada Puhuangthu esbozaba métodos de capturas de los ortópteros. El desarrollo de las ciencias médicas en ese país condujo, en la última dinastía Chou (722-221 a. C.) al Shen Nung Pen Tshao Ching, donde se describen 29 clases de insectos, basados en criterios de acción farmacológica; y en 1596, durante la dinastía Ming, se inician las clasificaciones basadas en criterios biológicos. Se publica entonces el Pen tsahokang mu, cuyo autor es Li Shin-Chen, quien recoge en sus volúmenes 39 a 42 hasta 106 especies de “insectos”, de los cuales sólo lo son 73. Es curioso constatar la coincidencia de muchos mitos chinos con los indoeuropeos, lo que probablemente es debido a la invasión que sufrió China por los tocarios, pueblo indoeuropeo, hace más de 3.000 años. La cultura japonesa, en este aspecto, se basa en la china, recogida a través de Corea. Los libros más antiguos se creen son adaptaciones del antes citado libro chino Shen Hung Pen Tsao Ching. Durante el periodo Edo los estudiosos de los insectos en Japón realizan preciosas ilustraciones denominadas Tyuhu,en las que puede deducirse que los estudiaban con fines científicos o de recreo, no médicos ni agrícolas. En el pueblo hebreo no es raro encontrar nombres de insectos como apellido. Se conoce un sello del siglo VIII a. C. con la efigie de un saltamontes y la inscripción “HGBH”, que hace referencia a un apellido: saltamontes, que se pronunciaría en ese hebreo arcaico como hagabath. En la biblioteca cuneiforme de Nínive, reunida por Asurbanipal (669-626 a. C.), se encuentra una colección de tablillas (hoy en el British Museum, de Londres) conocidas como Har-ra, en sumerio, o Hubullu, en acadio, donde figuran listas bilingües acadio-sumerio de animales, de ellos, 121 insectos, agrupados en forma muy similar a los actuales órdenes, anteponiendo a cada uno de los miembros de cada grupo un mismo prefijo. Fueron compiladas en el siglo IX a. C., cuando ya el sumerio estaba fuera de uso, por lo que se suponen proviene de otras anteriores, quizás escritas en el periodo de Hammurabi (1947-1905 a. C.) En las epopeyas de Homero, hacia el 850 a. C., se encuentran referencias a los insectos, generalmente en forma de metáforas, lo que se continúa con las fábulas de Esopo, (escritas hacia el año 600 a. C.) y que han llegado, en parte, hasta nosotros. Los romanos tuvieron una visión muy práctica de los insectos, en cuanto a su influencia sobre la vida rural, y solían denominar a esos trabajos con el nombre De res rustica. Entre ellos, Catón (232-147 a. C.) y Columela (3-54 d. C.) etc. Entre esta pléyade, luce con brillo propio la figura de Plinio el Viejo, con su obra Historia naturalis, donde se recopila todo el saber romano sobre esta materia. En las costumbres rurales peninsulares persisten una serie de “normas de conducta” frente a los insectos, con un contexto mágico-religioso. Por ejemplo, en ciertas zonas de Aragón, cuando pica una pulga se recomienda tratar la picadura con una mezcla de agua bendita de tres iglesias, con lo que el picor desaparecería. En algunos valles pirenaicos se piensa que si se barre en Viernes Santo la casa se llenará de hormigas y que las chinches se eliminaban de las camas golpeando los colchones mientras sonaban la campana del sábado Santo. En el Corán hay muchas suras (114) dedicadas a los insectos, pero realmente sólo se les da el nombre del insecto que se nombra en ellas. Conceptualmente se perciben o como plagas o como seres insignificantes, que se usan en forma de comparación, p. ej., “Dios no se avergüenza de poner por parábola a un mosquito” (1, 24/25) o “Dios no es injusto ni en el peso de una hormiga” (4,44/40).Esas ideas culminaron con el totemismo, donde un animal (no necesariamente insecto) se eleva a la categoría de dios, y como a tal se le respeta, se le idolatra y se le protege con tabúes(indios de las praderas del nuevo mundo, Samoa y Australia, donde actualmente los aborígenes siguen ejecutando importantes ritos).

En la llamada “cultura occidental” los insectos han sido barridos–más o menos marcadamente– de la mitología y de los presagios, por la técnica y el cambio de modelo religioso, perdiendo su carga emocional y simbólica.

Todavía quedan residuo de aquello tiempos mágicos y se cree hoy en día, en algunos lugares, que hay plagas de insectos creada por la magia negra que pueden provocar depresión, enojo, amargura y hasta perdidas de apetito.

Y cada insecto tiene su poder: las hormigas te advierten que hay enemigos o gente envidiosa cerca de casa si de repente tu hogar se empieza a llenar de ellas.

Cuando se llena de mosca, en especial mosca negras, significa que hay entidad demoniaca o hasta unas brujas o un brujo cerca.

Cuando son cucarachitas o cucarachas puede que alguna persona de la familia se enferme y a veces avisan si es que hay algún tipo de trabajo de magia negra.

Y por último cuidado si tu casa esta invadida por polillas grande y oscuras puede ser la visita de las sombras de la muerte.

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